Cómo una emprendedora social en Honduras está creando moda con consciencia
Read All PostsCinthya Andino, la integrante más nueva de la Junta Directiva de IYF, es una joven emprendedora social, arquitecta, Construction Manager y cofundadora de BeLeaf, una empresa ecológica de Honduras que hace upcycling con telas sobrantes y residuos textiles para crear nuevas prendas de moda, como camisetas, bolsas de mano y sudaderas con capucha.
Cuando fundó la empresa en 2016, los temas relacionados con el cuidado del medio ambiente no eran una de las principales preocupaciones de ciertos sectores, como el de la moda. Además, el enfoque del upcycling no era muy conocido por muchas personas en Honduras.
En 2018, Cinthya fue becaria del programa Youth Action Net de IYF, en donde recibió apoyo y tutoría de empresas con las que ahora hace negocios; como el suministrarles los uniformes del personal, hechos a través del proceso de upcycling.
Con su reciente nombramiento al consejo de IYF, Cinthya aporta su experiencia como empresaria social reconocida nacional e internacionalmente, su pasión por el empoderamiento femenino, su preocupación por el medio ambiente y su deseo de apoyar a las personas jóvenes de Centro y Sudamérica.
"En países como Honduras, Guatemala o Costa Rica, hay jóvenes con mucha iniciativa y muchas ganas de hacer cosas. Me gustaría contribuir a apoyarlos, igual que me apoyaron a mí”.
A continuación, nos comparte sus experiencias, reflexiones y consejos.
1. ¿Cómo y por qué decidiste crear BeLeaf?
Todo empezó aquí en Honduras, en donde es muy común que las abuelas y bisabuelas tengan sus máquinas de coser. Mi abuela era una de ellas. La idea surgió cuando mi prima y yo --teníamos 34 y 27 años-- encontramos los restos de tela que mi abuela había guardado. ¡Eran telas de entre 20 y 30 años! A mi prima y a mí nos impresionó cómo, a pesar de la edad, la tela seguía en buen estado.
Antes de decidirme a ser arquitecta, quería ser diseñadora de moda, pero en Honduras no había esta carrera, así que opté por arquitectura, por su enseñanza del diseño técnico. En aquel entonces, mi prima trabajaba como ingeniera medioambiental. Habíamos hablado de que la industria de la moda era una de las más contaminantes del mundo, al mismo tiempo que discutimos la idea de montar un negocio juntas. Así que fundamos BeLeaf.
Estoy muy contenta de haber elegido este camino. BeLeaf fusiona mi interés por la moda y el diseño, al tiempo que se centra en el cuidado del medio ambiente, que es el valor fundamental en BeLeaf.
2. ¿Cómo fue el camino después de fundar la empresa?
Hoy, el concepto de upcycling es bien conocido en Honduras, pero no lo era en el momento en que fundamos BeLeaf. Fuimos pioneros, la primera empresa del país en establecerse 100% bajo este concepto. Todo el material que utilizábamos era tela sobrante de diseñadores, costureras y otras partes de la industria maquiladora. Al principio, fue difícil presentar este concepto a la gente. Los clientes venían, miraban nuestros productos y pensaban que solo era una camiseta, una sudadera o una bolsa.
Cada colección y cada prenda que hacemos es única; eso es lo que le ha gustado a nuestros clientes. Y con cada venta, siempre hemos explicamos el concepto que hay detrás de la marca y lo que es el upcycling. Uno de nuestros objetivos clave se convirtió en introducir este concepto y crear conciencia sobre los hábitos de consumo de la población hondureña.
Fue un largo camino, pero valió la pena porque creamos una sinergia entre el producto, la educación y los hábitos de consumo. A nuestros clientes les gustaron aún más nuestros productos porque entendieron y adoptaron el concepto de moda con conciencia.
Hoy, la comunidad hondureña entiende el concepto de upcycling y reconoce la marca BeLeaf. Fue un trabajo largo. Desde 2016, hemos rescatado, aproximadamente, 3 mil libras de residuos textiles del basurero; pero lo más importante es haber aportado un granito de arena para mejorar el planeta, para las generaciones futuras, creando conciencia en la población. Porque el cambio climático es un hecho y está ocurriendo.
3. ¿Qué te apasiona, qué te inspira en tu trabajo como empresaria y en la vida?
La creatividad, hacer cosas nuevas cada día ¡Ese es mi motor! Me considero una persona cuya mente trabaja a mil por hora. Siempre estoy pensando en cosas nuevas. Me encanta encontrar formas creativas de convertir una idea en algo tangible que exprese lo que tengo en la cabeza. No solo me apasiona el diseño de moda, sino hacer algo bueno que ayude a resolver un problema, como el cambio climático y otras cuestiones relacionadas con el cuidado del medio ambiente.
También me inspiran el sentimiento y la pasión que veo en las personas jóvenes. Su perspectiva, su determinación, su ímpetu por perseguir sus sueños. Dan el 100% y nada les detiene; esa actitud me recuerda que nada es imposible y que, si te lo propones, todo se puede conseguir aunque lleve tiempo.
4. ¿Qué dicen las personas jóvenes de Honduras sobre el cuidado del medio ambiente?
Las y los jóvenes hondureños se preocupan por el medio ambiente: el cuidado de los parques y los lugares de esparcimiento al aire libre; es un tema que resaltan continuamente.
Aunque Honduras es un país con mucha riqueza natural, esto no se refleja en nuestras ciudades. Hay pocos parques y no hay muchos lugares en donde se pueda disfrutar realmente del aire libre. Los jóvenes quieren salir de la ciudad. Quieren menos hormigón y más naturaleza, más árboles y aire fresco.
Este pensamiento es algo que he compartido últimamente con muchos compañeros del sector de la construcción. Los jóvenes prestan atención, se preocupan por el medio ambiente y quieren más infraestructura que armonice con esta idea.
5. A principios de mes celebramos el Día Internacional de la Mujer. ¿Qué consejo daría a las jóvenes que planean su futuro?
Es importante no dejarse llevar por los estereotipos, por los roles impuestos por la sociedad; sobre todo en las sociedades latinoamericanas, en donde a cierta edad se espera que una mujer tenga hijos, se case, etc., etc.
No debemos dejarnos limitar por los estereotipos; de hecho, el incentivo debe ser romperlos, eliminar barreras. Si se presenta una oportunidad, hay que tomar las riendas. Es vital derribar esas barreras que se han creado a lo largo de las generaciones.
Las mujeres tienen una creatividad única y son muy versátiles. Las mujeres pueden hacerlo todo. Cada vez hay más mujeres trabajando en industrias y sectores que antes no las tomaban en cuenta, como la construcción, por ejemplo. Somos nosotras mismas las que ponemos los límites: es cuestión de aprender, poco a poco, romper esas barreras sociales y avanzar. ¡El cielo es el límite!
Jania Argüelles es Manager de Comunicación en IYF para América Latina y el Caribe..